Dos mujeres y un sicario condenados a 28 años de cárcel por asesinato en Barros Blancos en 2019 2ixo

La otra mujer, I. L.T., fue procesada por el mismo delito.

En tanto J.N.O. actuó como sicario y fue condenado por homicidio muy especialmente agravado y especial agravado, en reiteración real con un delito de rapiña especialmente agravada por el uso de arma de fuego y la pluriparticipación.

M.E.L. estaba decidida a matar a su pareja y quedarse con sus bienes, Consultó a su hermana sobre si conocía a alguien para hacer "el trabajo" a cambio de una suma de dinero. Le propuso además compartir materiales de construcción, producto de la barraca propiedad de la victima.

La mujer ó a un individuo residente en La Paz al que conocía hace años. El hombre, con antecedentes penales, había salido hace poco de la cárcel.

Juntos salieron a robar un vehículo para llevar a cabo el asesinato por encargo. A punta de revólver robaron una moto en La Teja.

En la mañana del 10 de abril de 2019, el sicario estaba pronto para llevar a cabo el crimen. Se trasladó hacia Barros Blancos y esperó que el comerciante saliera del local.

Sobre las 9,15 iba a cruzar a una ferretería vecina acompañado de su hijastro. En ese momento se cruzó con quien sería su asesino. El hombre fingió ser un cliente y le preguntó por un producto. El comerciante, de 60 años, le respondió afirmativamente y cuando se disponía a volver sobre sus pasos el sujeto le disparó a quemarropa.

Una de las balas dio en la zona lumbar. Cayó herido de gravedad pero pudo alertar a otras personas del hecho.

El hijastro de la víctima impidió que el sicario huyera en la moto derribándolo de una patada y aprisionándolo contra el suelo. Entre algunos empleados de la barraca lograron reducir al atacante. Otros llevaron al herido al centro asistencial donde murió poco después.

Una de las primeras personas en enterarse de lo sucedido fue I.L.T., la cuñada y responsable de ar al sicario.

Al recibir el llamado, para sorpresa de todos no preguntó por la salud de la víctima y pidió que soltaran al agresor.

Después de cortar, llamó a su hermana para reclamarle dinero y amenazarla en caso que no cumplir lo prometido. Poco después recibió una tarjeta de débito por 30.000 pesos.

La pareja del comerciante asesinado concluyó que con la detención del sicario pronto se sabría la verdad y decidió huir a Río de Janeiro. Fue detenida allá y trasladada a Montevideo.