Hace unos 10 años que las agujas de tejer unieron a estas mujeres con un mismo objetivo: hacer algo por los demás. Pertenecen a Ajupenpazo, Asociación de Jubilados y Pensionistas de Pan de Azúcar y Zona Oeste. 5p71r
En Pan de Azúcar un grupo de mujeres tejen y regalan prendas a niños y personas mayores 4r265k
Cada año realizan una rifa solidaria, para juntar lana, y los premios son productos hechos por ellas. 61152m
Son poco más de media docena, pero la voluntad y el amor que ponen al tejer cada prenda, las multiplica. Entre sonrisas y algún punto que se escapa, tejen sueños.
“Es la satisfacción de hacer cosas por los demás”, dice Stella.
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Se reúnen semanalmente y tejen bufandas, gorros, mitones, buzos, ponchos, chalecos y zapatones para dormir, que luego donan, nos cuenta Elsa.
“Generalmente y hasta ahora hemos llegado a los preescolares, jardines, caif, escuelas rurales, donde pensamos que el frío se siente más”, añade.
Aida es de las que hace más tiempo integra el grupo, para ella cada punto es como tejer una caricia, una necesidad cubierta.
“Me tocas ese tema y me emociona. Es muy lindo llegar y ver la alegría de los niños y cómo nos reciben”, cuenta.
La pandemia llevó a que las donaciones ahora no las puedan hacer personalmente, pero saben que en cada prenda que llegó a los niños, fueron sus abrazos y palabras llenas de cariño.
A esa satisfacción, agrega Alba, se suma lo bien que les hace estar concentradas y entretenidas.
“Nos llevamos muy bien y nos acompañamos las unas a las otras, con la edad que tenemos, nos hace bien charlar un poco”, explica.
UNA RIFA SOLIDARIA 6d69o
Para cada prenda que tejen se necesita lana, por eso año a año hacen una rifa con la que recaudar fondos y comprar insumos.
La organización de la rifa comienza casi un año antes, porque los premios también los hacen ellas .
“Tenemos una manta que hace una compañera todos los años. Una manta de dos plazas, tejida en crochet, muy abrigada”, dice Elsa.
Según la cantidad de lana es el tiempo que le lleva tejerla, dice Shirley, que en los primeros meses de cada año cuenta la lana que tienen, para pensar cómo combinarla, porque son restos, pero colocados en forma pensada, por eso, dice, todas son únicas.
Coinciden en que en la familia pocos buzos que por alguna razón se han dejado de usar, han resistido al reciclaje.
Expertos aseguran que tejer además de ser un acto de amor, alivia la ansiedad, contribuye a mantener el cerebro más joven, aumenta la fuerza de voluntad, ayuda al movimiento de las manos, a compartir historias y, en el caso de Ajupenpazo, iniciar un club de fans de Nubel Cisneros.
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