El científico y experto en limnología, Luis Aubriot, señaló que las autoridades adoptaron “muy tarde” medidas para mitigar el impacto de la falta de agua a la población, dado que había claras señales hace tres años de que esto podría ocurrir.
"Es una incógnita saber qué agua vamos a tener cuando se vuelvan a recargar los embalses", aseguró científico
Aubriot explicó a Subrayado que se trata de una crisis hídrica bastante inédita y que hay que remontarse a más de 100 años para tener registros similares a los de la actualidad. "El fenómeno todavía se está conociendo, todavía se está investigando, está en proceso y se ha extendido mucho más de lo que se preveía aunque las señales ya estaban dadas, definidas por los tres años Niña que tuvimos", manifestó.
Recordó que desde la Facultad de Ciencias indicaron las tendencias de alta incertidumbre a raíz de los modelos que consultaban donde tendría que haber primado la precaución. El experto señaló que las gráficas marcaban una tendencia de caída de la cota de embalse de Paso Severino; aseguró que las medidas se fueron "tomando muy tarde", al igual que las consultas realizadas por OSE al Instituto Uruguayo de Meteorología.
"Se tuvo la falsa esperanza de que iban a comenzar las precipitaciones en el otoño y eso no ocurrió", dijo.
Consultado sobre la posibilidad de que empresas internacionales extraigan agua, Aubriot indicó que están autorizadas, pero que carece de información para hacer un análisis actual. "Son emprendimientos que obviamente consumen gran cantidad de agua y si uno lo considera, para la escasez que tenemos actualmente, todas esas fuentes de agua las ofrecemos gratis, pero no solo ofrecemos gratis el agua, ofrecemos gratis también la contaminación", explicó.
Para el experto, una posible solución sería instalar una planta potabilizadora en Casupá y enviar el agua a Montevideo a través de tuberías. El científico destacó que la red hídrica es la mayor debilidad que tiene la ciudad. Junto a otros colegas, consideran que existen pocas evaluaciones sobre cuál sería la mejor opción. "Una opción sería Arazatí, pero Arazatí también incluye la construcción de Casupá, con el horizonte 2050", señaló. Y añadió: "Hay que diseñar un sistema que tenga dos fuentes principales y luego una fuente adicional o varias fuentes adicionales que puedan suplir frente a ciertas situaciones".
Consultado sobre si la calidad del agua con la que se contaba anteriormente puede llegar a ser la misma, Aubriot dijo que, "ahora es una incógnita saber qué agua vamos a tener cuando se vuelvan a recargar los embalses (...) porque hay un reseteo del sistema".
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