Escalera interior contiene el murmullo de los patios de luces con el aroma de los guisos, en medio de ruidos de cacharros y cucharones. Esas sensaciones, emociones y relatos desde el alma, han sido recogidos por la escritora madrileña Almudena Grandes, con el detalle de la vida cotidiana. 104g66
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La obra de Almudena 76j6a
Hay risas en voz alta y hay confidencias susurradas a media voz; hay buenos días y hay buenas noches, que se intercambian; está el murmullo que recoge la rutina, la de la gente de a pie, en esas realidades pequeñas que son las que esconden las grandes historias.
Esas historias fueron recogidas durante años por Almudena Grandes, a veces como narraciones, otras veces como escenas, y otras como crónicas.
Los otros tupamaros 302w1s
Ella ha levantado personajes, ha transmitido vidas que merecían ser contadas, en un libro en el que se convierte en anfitriona para invitar a entrar en su cocina, en su casa, en su mundo, de Cádiz a Madrid.
Estas historias, que son relatos, también ayudan a conocer mejor a la mujer que está detrás de la escritora, esa que se inquieta por entender las miserias y las grandezas humanas.
Almudena Grandes (Madrid, 1960-2021) se dio a conocer en 1989 con Las edades de Lulú, XI Premio La Sonrisa Vertical.
Sus novelas Te llamaré Viernes, Malena es un nombre de tango, Atlas de geografía humana, Los aires difíciles, Castillos de cartón, El corazón helado y Los besos en el pan, junto con sus libros de cuentos Modelos de mujer y Estaciones de paso, la convirtieron en una autora imprescindible.
La culminación de su carrera fueron las cinco novelas que forman sus Episodios de una Guerra Interminable. Adaptada ampliamente al cine y al teatro, mereció, entre otros, el Premio de la Fundación Lara, el Premio de los Libreros de Madrid y el de los de Sevilla, el Arcebispo Juan de San Clemente, el Rapallo Carige, el Prix Méditerranée, el Jean Monet, el Premio de la Crítica de Madrid, el Premio Elena Poniatowska, el Sor Juana Inés de la Cruz, y el Premio Nacional de Narrativa.
¿Por qué leerlo? Porque es lectura, es sentimiento, es remover vivencias y aromas de la infancia, revivir relatos de madres y abuelas; porque son textos escritos desde el alma.
Almudena Grandes – "Escalera interior".
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