El buque de guerra nazi Graf Spee participó de la llamada “batalla del Río de la Plata” a fines de 1939, durante la segunda guerra mundial.
La polémica por la exhibición del águila del Graf Spee con la esvástica y cómo permaneció oculta durante años 2i5l70
El águila con la esvástica nazi del buque de guerra Graf Spee fue recuperada del Río de la Plata en el 2006. Se exhibió un tiempo y luego se tapó y se guardó. 6o95m
El 13 de diciembre de ese año el acorazado se enfrentó a los buques británicos Exeter, Achilles y Ajax. El buque alemán fue dañado en los bombardeos y su capitán decidió replegarse hasta el puerto de Montevideo apelando a la neutralidad de Uruguay en el conflicto bélico global.
Al día siguiente el capitán Hans Langdorff decide desembarcar a toda la tripulación, sacar el buque del puerto y hundirlo, mientras la fuerza británica esperaba aguas afuera para reanudar el ataque.
Comienzo de semana frío pero con posterior ascenso de temperatura; el informe de Nubel Cisneros 16b38
Los restos del Graf Spee permanecieron 67 años hundidos frente a Montevideo. Entre ellos un águila de bronce con una cruz esvástica en la base, de 2 metros de largo y 400 kilos de peso.
Esta pieza, junto a otras, fue rescatada en el año 2006 por un equipo liderado por el buzo Héctor Bado y el empresario Alfredo Etchegaray.
Su exhibición pública generó una fuerte polémica y por algunos días la esvástica fue tapada mientras toda la estructura (el águila) se mostraba al público en un hotel de Montevideo. Finalmente se guardó y no volvió a exhibirse durante años.
En los años siguientes hubo un debate entre el Estado y los promotores privados que sacaron del agua los restos del Graf Spee para vender esos objetos, entre ellos el águila con la cruz esvástica, símbolo del régimen nazi.
Los privados reclamaban un acuerdo con la Armada Nacional, a través del Ministerio de Defensa, que habilitaba la venta de todo lo extraído del agua dividiendo las ganancias en partes iguales.
En el segundo gobierno de Tabaré Vázquez el Ministerio de Defensa inició una ronda de os políticos para decidir qué hacía con el águila y la esvástica. Esos os incluyeron al gobierno de Alemania, que pidió no vender la estructura para evitar que cayera en manos de grupos que reivindican el nzismo.
La venta del águila que sujeta la esvástica con sus garras nunca se concretó y los privados iniciaron una demanda judicial al Estado. Obtuvieron dos fallos a favor, en primera y segunda instancia, en 2019, pero luego el Estado presentó un nuevo recurso, ya en el actual gobierno de Lacalle Pou, en el 2021.
Ahora, en junio de 2023, el presidente anuncia que le encargó al escultor uruguayo Pablo Atchugarry la adaptación del águila y la esvástica.
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