Fue en febrero de 2020, cuando luego de varios meses de trabajo y conjunción de esfuerzos, quedó inaugurada la Casa de Paso, ubicada frente al Instituto Nacional del Cáncer (INCA), en el predio donde funcionaba antes este centro.
Reclaman reintegro de Casa de Paso para pacientes con cáncer, que es utilizada para personal de SAME 5j3y1o
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"Montamos las camas y todo, inauguramos, y a los dos o tres días, cuando íbamos a operar, me dicen 'no pueden traer a nadie'", narró presidente de Comisión de Apoyo al INCA. 42z7
El objetivo era tener un hogar para pacientes autoválidos en tratamientos por cáncer, que lejos del hogar tuvieran alojamiento y atención.
Se cortó la cinta, pero llegó la pandemia y los pacientes no pudieron hacer uso de las instalaciones, porque las autoridades de ASSE resolvieron dar el espacio a Same, para que el personal descansara.
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“No fue un tema que se haya discutido o que hayamos acordado, pero sí se nos dijo inicialmente que iba a ser durante la pandemia. Culminó la pandemia y aún no tenemos devolución de la casa. Nos preocupa que las personas se resignen y no sigan con los tratamientos, que no es menor”, dijo Natalia Pereira, representante s de ASSE, que reclama el reintegro de la Casa de Paso.
El tema pasó por el directorio, pero la situación sigue igual.
“El espíritu de una casa de paso es que las personas que están en el interior profundo, que saben además que tienen que realizarse un tratamiento, se les facilite el vivir un proceso de una enfermedad que realmente es todo un desafío. Hay personas que nunca vinieron a Montevideo o que no saben cómo llegar al INCA una y otra vez en un bus. O personas que no quieren volver a sus localidades por miedo de no tener ganas de regresar”, agregó.
Leticia Vila es de Río Branco, paciente del INCA, y narró la importancia de contar con un lugar en Montevideo, mientras se está en tratamiento. Al momento de la entrevista estaba en su día 45 de tratamiento y retornaba al hogar.
“Yo tengo la satisfacción de decir ‘llegué, hice mi quimio’, que pensé que no lo iba a hacer, que no lo iba a lograr, porque sufrí, porque me sentía mal, y ahora estoy en mi radioterapia y hay momentos que lloro de ardor, pero salí adelante. Y me siento triste por las que no pueden llegar a ese término”, compartió.
Vive en Río Branco, Cerro Largo, y nos dice que viajar a diario para realizarse el tratamiento habría sido inviable como para tantos otros pacientes que también son del interior.
“No te dan los tiempos, no te dan los pasajes. Son caros. A veces te los da Salud Pública, a veces no”, dijo.
En su caso, 6 horas de viaje entre ida y vuelta, más 2.300 pesos diarios de pasaje, sumado a la comida.
Por eso, desde el INCA, donde es paciente, al no tener un lugar para alojarse durante el tratamiento, la derivaron al hogar La Campana, de la Peluffo Giguens.
En setiembre, la Peluffo Giguens cumplirá 35 años. Leticia asegura que se le ha dado todo lo necesario y más.
Cada mes, el hogar da contención a unas 30 personas, entre niños y adultos.
“Para la persona que no conoce es muy difícil. Yo tengo, gracias a dios, que conozco. 27 años viví acá y conozco, pero sí se le hace difícil. Por eso estaría bueno que tuviéramos un lugar en frente a donde nos tratamos, para no andar para allá y para acá”, señaló.
Porque en ocasiones, cuando terminaba una quimio, el solo hecho de tener que tomar el ómnibus local desde el INCA, en calle Joanicó, hasta 18 de Julio, donde está el hogar la Campana, “era todo un tema”, agregó.
Subrayado intentó hablar con autoridades de Same para saber cuál era la posición y probabilidad de reintegro, pero no hubo respuesta.
Consultado el director del INCA, Robinson Rodríguez, dijo que el 70% de los pacientes internos son del interior .
“La Casa de Paso había sido importante, porque iba a permitir albergar a aquella gente que llega del interior del país, del interior profundo, de la campaña, a hacerse tratamientos largos y que llevaba seis u ocho semanas acá”, indicó.
La Comisión de Apoyo al INCA fue quién reacondicionó y compró todo el mobiliario de la Casa de Paso. Raúl Prieto de León, presidente de la Comisión, lamentó que "desgraciadamente" no la pudieron usar. "Montamos las camas y todo, inauguramos, y a los dos o tres días, cuando íbamos a operar, me dicen 'no pueden traer a nadie', acá van a dormir determinadas personas, eran choferes de ambulancia", expresó.
Según el director, se han realizado todas las instancias posibles a su alcance, pero no ha sido posible. Por lo que buscaron, como alternativa, un acuerdo con la Peluffo Giguens.
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