Luego de cruzar el Río de La Plata o atravesar la frontera terrestre en un viaje de varias horas, una multitud de fanáticos de Uruguay invade este domingo Argentina para ver a su selección disputar la final del Mundial Sub-20 ante Italia. Solo el sábado, pasaron por migraciones unas 29.000 personas, la mayoría rumbo al país vecino.
"Somos locales": una multitud uruguaya llega a la final del Mundial Sub-20 en Argentina 373k57
En las calles cercanas al estadio la fiesta es charrúa. Tiene una capacidad para 53.000 espectadores, es decir el equivalente al 1,5% de la población de Uruguay. 3e4k2b
La historia alienta a los hinchas de la Celeste a confiar en ganar una nueva Copa del Mundo: los dos títulos que tiene Uruguay en el Mundial de mayores los consiguió en la región, en Montevideo en 1930 y en Río de Janeiro en el 'Maracanazo' de 1950.
Con gorros, banderas y bufandas, miles esperan horas antes del duelo ante Italia deleitándose con cortes de carne en los alrededores del Diego Armando Maradona de La Plata, la sede del partido decisivo.
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"Esta vez está todo el pueblo detrás de los gurises (niños) uruguayos", dijo a la AFP Dilton Raimondo, un hombre de 54 años que vive en Colonia.
Vestido de pies a cabeza con los colores de la selección, Raimondo viajó por siete horas en autobús para ver a los futbolistas que dirige el DT Marcelo Broli, los nuevos consentidos de Uruguay.
Garra charrúa 5z2536
En las calles cercanas al estadio la fiesta es charrúa. Antes de entrar al escenario Antonio Préndez se toma un mate para descansar del viaje de 12 horas.
"Verdaderamente vino la gente de Uruguay masivamente e indudablemente viven muchos uruguayos en Argentina, entonces sí, somos locales", dice.
Jubilado con 68 años, Prendez confiesa su cariño por el goleador Anderson Duarte, Fabricio Díaz, Sebastián Boselli y el resto del plantel.
"Tienen algo muy importante, quieren salir adelante, quieren representar al país de la mejor manera y tienen actitud", dice.
En la semifinal ante Israel, Broli tuvo varios jugadores convalecientes en el banquillo de suplentes. Otros estaban en la enfermería o suspendidos.
"Lo que nos importa es todo lo que han sufrido, la garra que han metido, han jugado lesionados (...) No importa tanto cómo jueguen sino que les vaya bien", asegura Raimondo.
Pocos hinchas de Corea del Sur e Israel, que juegan en la previa el partido por el tercer puesto, se mezclan entre la masa celeste. Los italianos son imperceptibles.
La mayoría del estadio gritará con el acento de los orientales. En total tiene una capacidad para 53.000 espectadores, es decir el equivalente al 1,5% de la población de Uruguay.
En La Plata las entradas para el juego son un tesoro y los revendedores están pidiendo hasta 250 dólares, según dijeron hinchas uruguayos a la AFP.
Mariana Colombo, una instructora de un gimnasio de 40 años, su hermano y sus tres sobrinos son de los afortunados que tienen un lugar para ver un partido histórico.
"Nos vinimos todos los que pudimos a apoyar a nuestro país, la verdad que es la primera vez que sentimos esto así, como si estuviéramos en nuestra casa, es increíble", dice.
FUENTE: AFP
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