Este sábado la Iglesia Católica realizó una celebración en el Estadio Centenario para celebrar la beatificación de Jacinto Vera, quien fue el primer obispo de Montevideo. 1gh5j
Iglesia Católica celebró beatificación de Jacinto Vera en el Estadio Centenario 6m3g1j
A la ceremonia concurrieron Luis Lacalle Pou, Beatriz Argimón, José Mujica, Lucía Topolansky, Pedro Bordaberry, Guido Manini Ríos, Álvaro Delgado, y otras autoridades del gobierno. 5c6tk
La Tribuna Olímpica recibió a más de 15 mil personas, y varias autoridades del gobierno se hicieron presentes. A la ceremonia concurrieron el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón, José Mujica junto a Lucía Topolansky, Pedro Bordaberry, Guido Manini Ríos, Álvaro Delgado, y otras autoridades del gobierno.
¿Quién fue Jacinto Vera?
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Don Jacinto Vera nació el 3 de julio de 1813 en un barco, en el Océano Atlántico, frente a las costas de Brasil, cuando su familia se dirigía a Uruguay desde las Islas Canarias. De joven trabajó en el campo con los suyos, en Maldonado y en Toledo. Descubrió su vocación a los 19 años. Incorporado al ejército fue licenciado por el Gral. Oribe para que pudiera continuar sus estudios sacerdotales. A falta de formación en Uruguay, se trasladó a Buenos Aires para estudiar. Celebró allí su primera misa, el 6 de junio de 1841.
Teniente cura y luego párroco de la Villa de Guadalupe de Canelones durante 17 años. Fue nombrado vicario apostólico del Uruguay el 4 de octubre de 1859; consagrado obispo en la Iglesia Matriz de Montevideo el 16 de julio de 1865. Participó del Concilio Vaticano I en 1870. Primer obispo de Montevideo desde el 13 de julio de 1878.
Murió durante una misión que realizaba en Pan de Azúcar, el 6 de mayo de 1881.
El milagro reconocido por el papa Francisco para la beatificación
El hecho que se le atribuye a Jacinto Vera y que describe la Iglesia Católica en su sitio web, es la curación rápida, duradera y completa de una niña de catorce años ocurrida el 8 de octubre de 1936. La niña se llamaba María del Carmen Artagaveytia Usher, hija del Dr. Mario Artagaveytia, reconocido médico cirujano, y de Renée Usher. Después de una operación de apendicitis sufrió una infección que se fue agravando hasta llegar a una situación desesperada. Los mejores médicos de la época la atendieron, en una época en la que aún no existía la penicilina. La niña sufría fuertes dolores.
Un tío, Rafael Algorta Camusso, le llevó una estampa con una reliquia del siervo de Dios Jacinto Vera y le pidió a la niña que se la aplicase a la herida y que tanto ella como su familia rezaran con toda confianza por la intercesión del siervo de Dios. Esa misma noche cesaron los dolores, se acabó la fiebre y a la mañana siguiente la niña se sentía completamente bien. La curación fue rápida y completa, científicamente inexplicable, comprobada por su padre y por el médico que la atendía el Dr. García Lagos. María del Carmen Artagaveytia vivió hasta los 89 años, falleciendo en 2010.
En 2017 se retomó el estudio de este caso, que había sido presentado al poco tiempo de la curación. Se realizó un exhaustivo informe médico, que luego fue analizado por una junta médica en el Vaticano. Ante el tribunal formado para estudiar el presunto milagro, sus hijos declararon que conocían el hecho desde siempre, por el testimonio de su madre. Aportaron diversos elementos y recuerdos, entre otros, que su madre tuvo toda la vida en su mesita de luz la estampa con la reliquia de Mons. Jacinto Vera que había colocado en su herida.
¿Qué significa ser beato en la Iglesia católica?
El término beato significa feliz (del latín beatus) o bienaventurado. La beatificación es el último paso previo a la canonización, es decir a ser declarado santo.
Cuando el beato llega al “honor de los altares”, sus imágenes pueden ser veneradas en las Iglesias, se celebra su memoria litúrgica, es decir, que habrá un día en el año en que será su fiesta (en general el día de su muerte, llamado dies natalis) donde en la misa y otras celebraciones del día se lo recordará especialmente, como se hace con los santos.
¿Cómo un beato pasa a ser santo?
El beato es declarado santo cuando se verifica un segundo milagro ocurrido después del anuncio de su beatificación.
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